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El Manual o Plan Organizativo de la
cadena de eventos que conducen al perfecto Golpe de Estado en América
Latina fue elaborado por un equipo de sociólogos y psicólogos sociales
en Estados Unidos, a petición de sus organismos de inteligencia. Con
toda probabilidad fue un subproducto del impacto de la derrota del
cuerpo expedicionario organizado por la CIA, en Bahia de Cochinos, en
Cuba. Anteriormente, la doctrina putschista en uso señalaba la
conveniencia de una invasión por un cuerpo militar organizado, armado e
instruido ad hoc, al modo del ejercito con que el Coronel Castillo Armas
derribo al Gobierno democrático de Juan José Arévalo, Guatemala 1954,
inaugurando medio siglo de terror y asesinatos civiles.
En diversos países de América Latina -desde Argentina y Chile,
pasando por Ecuador y Venezuela, y con inclusión de países de América
Central, y México- se conoció públicamente en la década de los 60 el
reclutamiento de intelectuales universitarios de connotada experiencia
en la elaboración de informes y en la dirección de encuestas (en
Venezuela se contrato un estudio -Camelot- al CENDES). Esos estudios
proporcionaron un elevado conocimiento de las características
psico-sociales de los pueblos latinoamericanos y de la lógica de sus
comportamientos. El Manual, aun en uso, aprovecha en consecuencia
elementos de nuestra propia idiosincrasia (por ejemplo, nuestro espíritu
de grupo o alma quijotesca), así como nuestras debilidades y perfil
psicológico (nuestra versión del machismo, cierta pena o vergüenza ante
el grupo, particularmente femenino, etc), para lograr sus objetivos.
Paralelamente a este Manual, existen otros documentos que estructuran
respuestas para otras situaciones, tales como las guerrillas o de guerra
prolongada.
Los lineamientos básicos del Manual son los siguientes:
1.- El objetivo ultimo del plan conspirativo es obtener la adhesión
de un segmento de la alta oficialidad de las Fuerzas Armadas para, a
través del uso de estas en contra de un gobierno desafecto, realizar la
tarea de asesinar a la dirigencia y a los políticos de inspiración
popular del país de que se trate. No se trata de ganar base social o
mayoría electoral, sino de articular fuerzas que abran el espacio social
y de conciencia para el uso de la Fuerza Armada en contra de su propio
pueblo.
2.- Se trata de una visión de la lucha sociopolítica que la visualiza
como una guerra, la cual se desata, de acuerdo al Manual, a partir del
uso de gremios patronales, sindicatos y grupos militantes de capas
medias, en contra de un gobierno legal. En el momento de su
construcción, este enfoque estaba en consonancia con los temores e
ideología de la guerra fría, y ha venido siendo aplicado hasta el
presente, a pesar de vacilaciones en su aplicación en los periodos de
los presidentes Carter y Clinton.
3.- El Plan de desestabilización y golpe, según ha sido aplicado, se
inicia con la constitución por parte del Departamento de Estado de dos
equipos o task forces responsables a su vez de dos tracks o vías de
acción y tareas. Estos equipos están intercomunicados a nivel de una
dirección para la acción política en el país en cuestión. En general,
quien dirige la operaciones es el embajador, pero se conocen casos, tal
como fue el de Chile en los años 70, en que la dirección fue ejercida
directamente por el Secretario de Estado Henry Kissinger, y coordinada
localmente por un funcionario de menor rango de la Embajada. Ello
permitió engañar en mejor forma al gobierno de Allende, quien confió en
la rectitud de un embajador amigo, sin imaginar que este también pudiese
estar siendo desinformado.
4.- El primero de esos equipos o grupos de tarea esta, en general,
encargado de estructurar los mecanismos y sucesos del ámbito político
(promoción de lideres, estructuración y fortalecimiento de nuevos y
viejos partidos, consecución de alianzas, iniciativas políticas locales e
internacionales, etc).
5.- El segundo equipo se encarga de la captación de los sectores
golpistas civiles y militares, incluidos lideres e individualidades
comprables, chantajeables o influenciables, de los partidos opositores, e
incluso del sector popular. Así mismo, se ocupa de los pagos a
periodistas venales y el mantenimiento financiero de periódicos, radios y
canales de TV, elaboración de la información sesgada para sus acólitos,
y otras tareas de guerra psicológica. Progresivamente, lo hace del
sabotaje de la estructura de gobierno (incluidas las infraestructuras) y
actos de aparatos clandestinos y de algunos sectores sociales,
influidos, financiados o infiltrados, tales como paros, colocación de
nipes y bloqueos de carreteras, acaparamiento de alimentos y bienes de
consumo, repuestos e insumos agrícolas e industriales, de tal forma que
produzcan el caos económico y social a lo largo de un proceso de dos a
tres años.
6.- Esta separación en dos equipos operativos se realiza para centrar
a cada grupo de tarea en la resolución central de cada uno de los
aspectos que sostienen el Estado de Derecho en nuestros países. Desde
luego, la coordinación define las acciones conjuntas.
Los aspectos que, se supone, sostienen el Estado de Derecho y que deben ser debilitados y minados son, según el Manual:
a.- La legitimidad institucional
b.- El orden publico
c.- La intangibilidad territorial.
Este ultimo elemento, que puede poner en cuestión el Estado de
Derecho a través de problemas limítrofes o territoriales entre estados
vecinos, es usado con cautela por el Departamento de Estado, puesto que
provoca serios problemas al acentuar rasgos de nacionalismo, cuyo
contenido puede ser contrario a los intereses de la metrópoli.
7.- El Plan se inicia con el reclutamiento, por parte del primer
equipo, de algunos políticos neoconservadores o fascistas, y de
periodistas venales. Con apoyo en esos promotores se impulsa la creación
de un nuevo partido neofascista (Patria y Libertad en el caso chileno,
Arena en El Salvador, Primero Justicia en Venezuela) al cual atraen a
grupos integristas tales como el Fiducia, TFP y partidos como el de Peña
Esclusa en el caso venezolano. Con este mecanismo se da inicio a una
campaña de largo aliento hacia sectores de clases medias, mujeres y
grupos de inmigrantes para alejarlos de cualquier simpatía hacia el
gobierno nacional. Para ello se utiliza el arribismo social y una
campaña de provocaciones que usa muchas veces -falsamente- el nombre de
grupos de gobierno, o cercanos a este, que puedan caer en actitudes
xenófobas. Esta campaña es uno de los primeros actos públicos del Plan y
aparenta no estar dirigido contra el gobierno que se pretende
desestabilizar. Así mismo, se estimula la xenofobia y el racismo, en
contra de los negros, los extranjeros "marginales", los cubanos, e
incluso hacia grupos étnicos considerados exóticos, como los chinos o
coreanos, y los indígenas. En algunos países, como Argentina, se ha
incluido a los gitanos y judíos.
8.- El reagrupamiento político que se promueve entre las fuerzas
conservadoras no siempre marcha espontanea y totalmente hacia una opción
golpista, por lo cual se realiza un reclutamiento y alianza política
con sectores conservadores de la Iglesia. Esta relación es compleja y se
prefiere utilizar sacerdotes de rango medio y de ordenes no
identificadas con la extrema derecha como el Opus Dei. Expresión de ese
mecanismo es la imagen televisiva que se construye de ciertos sacerdotes
a los cuales se les hace, de ipso, voceros de la opinión del Alto
Clero. En Chile jugo un papel estelar en la promoción del golpe el Padre
Hasbun, recordado aun como el cura de la muerte. En Venezuela se
observa como vocero a Mikel de Viana s.j., aunque haya algunos obispos
que desean jugar ese rol. Esa figura eclesiástica se busca entre los
sacerdotes católicos, y se utiliza para proyectar un mensaje de odio y
resentimiento contra el presidente y sus seguidores, los cuales pasan a
ser definidos por los medios de comunicación bajo control del Plan, como
turbas, lumpen, hordas, maleantes. Ese mensaje prepara las condiciones
de deshumanización requeridas para la ulterior represión a fondo que el
Plan intenta lograr. La experiencia en América Latina, hasta ahora,
muestra que, desafortunadamente, esta actitud anti-valorativa es
progresivamente respaldada por un amplio sector clero, que
posteriormente al golpe hace "oídos sordos" al asesinato de los
sacerdotes comprometidos con el pueblo humilde. Véase al respecto el
primer año de la represión en Chile, 1973-1974.
9.- El Plan se consolida a través de paros y huelgas sectoriales,
corridas bancarias, ataques a la moneda, rumores y actos de
desestabilización que se van interconectando, y cuya articulación es
asegurada con dinero a las mafias y cúpulas de sindicatos claves, tales
como taxistas, autobuseros, camioneros y transportistas. En la
generalidad de los casos, la defensa de la moneda nacional por parte de
nuestros gobiernos facilita paradójicamente el manejo de recursos que
llegan del exterior con el objetivo de desestabilizar. Hoy se conoce que
para cada paro de transportistas en Chile, el task force respectivo
asignaba cinco (5) US dólares por día de paro, y por cada camionero, en
el entendido de que solo tres llegaban a este y el resto quedaba en sus
dirigentes. Un paro así es un buen business, particularmente para las
cúpulas corruptas de la dirigencia gremial.
10.- Paralelamente a estos hechos, se crea un desabastecimiento
artificial. En el caso de Chile, muy difundido por los miles de chilenos
salidos al exilio con Pinochet, se utilizo ampliamente la compra masiva
y directa en los mercados locales, por agentes y sus aliados golpistas,
de materiales considerados por la población (teteros, agujas de coser,
alimentos para bebe, azúcar, leche, etc) así como la abierta
convocatoria, por la prensa adscrita al golpismo, a industriales
chilenos, a utilizar el aceite comestible para hacer pintura y otros
actos de saboteo encubierto.
11.- El Manual golpista instruye a los sectores que van coordinando
en esta segunda fase, a estimular al acaparamiento de toda clase de
bienes, fundamentalmente de línea blanca, enlatados y no perecibles. En
el caso chileno, durante el segundo año de gobierno, los gremios del
comercio retrasaron de manera artificial el suministro y abastecimiento
de productos en los mercados, produciendo desorden en la estructura de
precios, y obligando a un contrapunteo de controles por parte del
gobierno allendista, que es a su vez respondido por la maquinaria
golpista con mayor acaparamiento y mercado negro.
12.- El conflicto se hace visible en la pugna por la información y la
posibilidad de opinión. El Manual indica la entrega de material
electrónico para afectar la señal del canal del Estado o de las radios
partidarias del Gobierno. Se entrega también dinero a la prensa golpista
para compensar la perdida de lectores, de manera que puedan incluso
regalar los ejemplares. En Chile, grupos de inteligencia golpista,
asesinan ya en esa fase a un guardia de una retransmisora local del
gobierno, y la pugna adquiere un matiz que presagia su futuro.
13.- El task force encargado directamente de la parte golpista de la
conspiración, empieza a reclutar militares, periodistas - en especial
mujeres-, políticos y dirigentes gremiales claves. Se prefieren
periodistas mujeres para, al insultar a los militares y a las Fuerzas
Armadas, afectar en forma mas eficaz su honor e imagen y bajar su moral
de combate. Celebre fue María Eugenia Oyarzun en Chile , entre otras,
posteriormente premiada con un cargo en la ONU por la dictadura. Acá en
Venezuela, Ibeyice Pacheco, Patricia Poleo, Marianela Salazar y Marta
Colomina son periodistas cuyas fuentes frecuentemente son obras de
laboratorios inteligencia extranjeros.
14.- Ese mismo equipo o grupo de tarea se ocupa de captar mujeres y
familiares de militares para asignarlas a operaciones de desmoralización
de estos ( sus tareas iniciales, mas allá del ámbito familiar, son
aparecer en los cuarteles y escupir, amedrentar y humillar a los
Generales y Coroneles, presionar a sus familias, y otros actos de
provocación). Paralelamente sociedad civil, la prensa banaliza estos
ataques, haciéndolos aparecer como una expresión espontanea de la imagen
de militancia en la calle, incluso con uniformes negros o marrones, con
insignias fascistas o sin ellas, pero armados. Los canales de TV y
radios se descuelgan progresivamente de las cadenas presidenciales ,
inicialmente por algunos minutos, otras quitando el audio, y
articulándose en cadenas opositoras, en tanto la prensa golpista señala
en sus titulares las tareas conspirativas del día y la semana. La SIP
denuncia en Chile la ausencia de libertad a pesar de que esos medios
califican al Presidente de borracho, degenerado sexual e inepto, en
todas sus trasmisiones y ediciones, y se dedican únicamente a la
desinformación, según su rol conspirativo asignado.
15.- Después de una o dos huelgas patronales y/o de transporte, se
realiza un Ensayo General de Fuerza, o Globo de Ensayo, de manera de
saber cuales son las inclinaciones de los mandos decisivos. Este es uno
de los escasos momentos de debilidad del Manual, si es que es respondido
por un gobierno consciente del carácter del Plan conspirativo. En
Chile, ese evento, concluido sin mayores retaliaciones, consistió en una
movilización inconsulta de tanquetas que fue abortada por la
movilización popular y la unidad del Alto Mando bajo la conducción del
General constitucionalista Carlos Prats. Posteriormente al golpe, este
Comandante en Jefe asesinado en Buenos Aires.
16.- La fase decisiva comienza con los intentos de neutralizar el
mando de los generales constitucionalistas y la unidad de cuerpo del
Alto Mando. En Chile, esto se realiza contrarrestando al Comandante en
Jefe General Prats a través de una serie de acusaciones, eventos y
episodios contra el y su familia, que lograron minar su confianza, al no
contar con el pleno respaldo del Presidente y de sus compañeros de
armas. Se montaron en su contra ataques de mujeres, vehículos y otros
que lo presentaban aislado, inerme, sin apoyo, sin respuesta,
obligándolo finalmente a renunciar. En Venezuela, este lugar estratégico
esta actualmente ocupado por los Generales Lucas Rincón y Belisario
Landis, contra quienes veremos en el futuro cercano arreciar los ataques
de la conspiración.
17.- Una vez que los conspiradores logran debilitar la autoridad
vertical del Alto Mando, comienzan los allanamientos de la policía y,
posteriormente, de sectores de la Fuerza Armada, en contra de sectores
populares, bajo cualquier pretexto y exagerando hallazgos reales o
supuestos de armas, drogas o literatura calificada de " subversiva". Se
busca acentuar así una contraposición entre la oposición y la Fuerza
Armada y generar en la población un espíritu de resignación y derrota.
18.- En los últimos días del Presidente Allende, a pesar del aparente
éxito de una gigantesca movilización popular frente el Palacio de
Gobierno, este se dirigió en términos conciliatorios a la oposición
ofreciéndole renunciar con el simple compromiso de una elección
posterior bajo el control de la oposición. Esa declaración fue su
sentencia de muerte así como la de miles de chilenos, incluyendo
Generales constitucionalistas, sacerdotes de barrios, e inclusive
personajes que se prestaron a la conspiración como es el caso del
Presidente Frei ( envenenado posteriormente según denuncia de sus
hijos).
19.- El día del ultimo evento pre-golpe se hicieron circular
panfletos de guerra psicológicas, con fotos trucadas que mostraban actos
contra- natura del Presidente con perros. Se invento a si mismo un Plan
Z ( que la CIA instruyo atribuir a la izquierda) que supuestamente
comprometía a los sectores de izquierda y " fuerzas especiales" cubanas
en un alzamiento y posterior asesinato de oficiales del Ejercito. Con lo
anterior, y el odio fascista acumulado la degollina de amplios sectores
del pueblo chileno estaba diabólicamente contemplada y preparada en el
Plan Conspirativo mencionado.
Si las anteriores líneas han servido para transmitir el esquema
general del manual del Perfecto Golpe de Estado Latinoamericano
ejemplificado en la doloroso experiencia chilena, sentimos haber
cumplido un deber elemental de lealtad con tantos hombres del pueblo,
soldados de honor y nobles dirigentes tales como: Salvador Allende,
Generales en Jefes Carlos Prats y Rene Schneider, Generales Galindo
Bachelet, y miles de patriotas civiles y militares, de los cuales, en un
alto porcentaje, después de 30 años, aun no se encuentran sus cuerpos.
(*) In memoriam de Enrique Maza Carvajal, estudiante de Ingeniería
venezolano, asesinado en Vicuña Mackenna, Santiago de Chile, en el golpe
de estado de Augusto Pinochet, el 11 de Septiembre de 1973. Enrique
Maza (pillizco) fue asesinado, según testimonios, por el color "moreno"
de su piel.
Revista Koeyu Latinoamericano
People of Europe, rise up!
-Crisis y revolución en Europa-
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