[¿Principio de no injerencia?] El Gobierno concedió la nacionalidad española a 16 opositores/as venezolanos/as



La información publicada hoy por periodistas de El Boletín, no hace sino corroborar lo que se viene anunciando (y viendo) en los últimos meses: “No estaría siendo respetado el principio de no injerencia en los asuntos internos de otro país” por parte del gobierno español.

Las denuncias de toda índole son publicadas por la prensa anticapitalista, en todo caso no por la prensa del regimen o cómplice del regimen, pero no logra tener difusión masiva ya que diarios, radios y cadenas de televisión han tomado el principio de “Todo es Venezuela” y es muy complicado pretender que se informe de la situación de ese país con un mínimo de imparcialidad, presentando y dando voz a los y las protagonistas de las diversas tendencias políticas venezolanas. El discurso es único y unívoco.

A la información clara y objetiva de El Boletín (nacionalizadas tales personas, de tal tendencia política, vinculada con otras tales personas) sumamos otras informaciones relevantes difundidas en la prensa anticapitalista o de izquierdas.

En principio la noticia de El Boletín:

El Gobierno está mostrando una sensibilidad con los opositores venezolanos que quizá no haya demostrado con otros ‘perseguidos’ políticos. Esa es la sensación que tienen varias plataformas en defensa de los Derechos Humanos después de la última nacionalización llevada a cabo por el Ejecutivo.

Isadora Zubillaga, asesora internacional de Leopoldo López, tiene oficialmente desde este viernes la nacionalidad española. El Consejo de Ministros ha aprobado esta concesión “debido a la persecución política ejercida sobre ellos por el Gobierno de Venezuela”, tal y como justifica el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

La nacionalización de Zubillaga es la decimosexta que concede el Gobierno a opositores venezolanos desde finales de 2015.

El diputado Lester Toledo, Yon Alexander Goicoechea Lara, el expresidente de Globovisión de Venezuela Guillermo Antonio Zuloaga Núñez, sus dos hijos y su nuera, Luis Carlos Serra Carmona, presidente del Comité de Auditoría del diario ‘El Nacional’, su mujer María Fernanda Sánchez Ramos, y sus dos hijos, Luis Carlos Serra Sánchez y Silvana Dolores Serra Sánchez han obtenido la nacionalidad española en los últimos meses.

Del mismo modo la obtuvo la familia de Leopoldo López. Su hermana, Diana López Mendoza, y a su marido, Herman Sifontes, así como sus padres de Leopoldo López tienen la nacionalidad española desde junio de 2016 y diciembre de 2015, respectivamente. enlace

Luego la noticia de la agencia Paco Urondo, de hace más de 30 días, firmado por la reputada periodista Telma Luzani en un artículo denunciando la financiación de la oposición venezolana por parte del gobierno español:

“El gobierno español financia a la oposición venezolana”

La oposición de derecha venezolana ha comenzado a protestar de forma cada más violenta. Manuel Monereo, diputado de Unidos Podemos, denunció la ayuda económica, técnica, política y personal del Partido Popular de Mariano Rajoy a ese sector.

Por Telma Luzzani
“El Partido Popular ha estado formando cuadros y financiando, a través de sus fundaciones, a la oposición venezolana. No es de ahora sino desde hace muchos años”, aseveró Monereo, politólogo de la Universidad de Granada y actual diputado por la ciudad andaluza de Córdoba. El gobierno español se ha mostrado muy activo en contra del gobierno bolivariano tanto con Hugo Chávez como con Nicolás Maduro.

“Venezuela vive una crisis de fondo y se intenta crear la apariencia de una guerra civil para permitir una intervención externa. Por el contrario, nuestro partido Unidos Podemos, el Papa Francisco y las personas honestas estamos tratando de encontrar mecanismos pacíficos para una solución legal y democrática en un momento muy complicado de ese país. Desde ya esto se debe hacer reconociendo la legitimidad del gobierno de Maduro”.

Monereo se explayó, además, sobre la actual situación en España: la corrupción del Partido Popular, actualmente en el gobierno; el “renacer” del opositor Partido Socialista Obrero Español y el crecimiento de Unidos Podemos que alcanza al 20% del espacio político. “España vive desde hace años una crisis soterrada que aflora de tanto en tanto como sucedió con los indignados. Esta crisis está viva y determina toda la política del país”, aseguro.

Por su parte, Guillermo Makin, Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad británica de Cambridge, hizo dos advertencias muy serias. Una fue en relación al enorme volumen de dinero depositado en los paraísos fiscales que atentan contra la democracia. La segunda, sobre la compleja situación del Reino Unido frente al proceso del Brexit.

“El capital financiero que se escapa al control de los Estados o que nadie controla y que está curiosamente en colonias británicas (paraísos fiscales) conspira constantemente contra la democracia y erosiona lo que los países deciden democráticamente. Un ejemplo: en una elección puede salir electo el laborista Jeremy Corbyn pero esos enormes recursos ilegales pueden ponerse a trabajar en contra de él y hacer fracasar todo”, afirmó.

En cuanto al Brexit, el académico citó las palabras de un excanciller conservador: “Como dijo William Hague, esta negociación es la más difícil que tuvo el Reino Unido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial”. Según Makin, “La primera ministra Theresa May e incluso el Reino Unido se han convertido en el hazmerreír de Europa”. Explicó por qué May no ha logrado formar gobierno con los unionistas irlandeses y por qué crece el descontento contra ella en las calles.

Fuente: Sputnik

Finalmente el artículo de Jesus González Pazos miembro de Mugarik Gabe enviado a nuestra redacción sobre la ofensiva mediática. Han hecho llegar el mismo concientes de la existencia de una hipócrita campaña mediática y política que se está dirigiendo contra Venezuela y desde la solidaridad de este país consideramos necesario criticarlo y denunciarlo, más allá de las consideraciones políticas legítimas que cada cual pueda tener sobre ese país.

Venezuela, con respeto y solidaridad

En la práctica totalidad del universo político y comunicativo vasco y español defender hoy al gobierno venezolano y los progresos habidos respecto a las condiciones de vida que el proceso de transformaciones ha supuesto en ese país para las grandes mayorías populares, puede abocar directamente al linchamiento. Ver supuestos debates en determinados canales televisivos o tertulias radiofónicas, así como escuchar declaraciones de la clase política tradicional es como oír un discurso monotemático que no se sale ni un ápice de la supuesta verdad: Venezuela es un régimen dictatorial y la oposición solo lucha por la democracia perdida. Aunque para ser justos, más que el linchamiento de quien disienta de ese discurso dominante, lo que prima hoy en día en esta democracia ibérica es la invisibilización absoluta, no vaya a ser que dar cabida a alguna duda razonable pueda abrir resquicios en el muro político y mediático construido en estos años. El fin, evidentemente, ahogar la más mínima objetividad sobre lo que está ocurriendo en ese país latinoamericano. Sin duda, cualquier observador independiente podrá apreciar el sustrato de tics coloniales que todavía subsisten y que la vieja “madre patria” periódicamente saca a la luz con su íntimo convencimiento de alumbrar el camino de todo un continente atrasado y no civilizado, como si todo se hubiera quedado parado en el siglo XVI o XVII.

En esta misma línea, una hipotética defensa del sistema venezolano se equipara automáticamente, y se descalifica y anula, mediante el recurso fácil de la comparación con otros regímenes ya condenados, cuando no con los mismísimos infiernos. Romper, o simplemente cuestionar el discurso monolítico de ataque ciego a Venezuela es como ponerse del lado del régimen norcoreano, del Irán de los ayatolás o de la última fase del régimen de Sadam Hussein, cuando éste dejó de ser útil a los intereses de las potencias occidentales que tanto le cuidaron y animaron en los años de su enfrentamiento con Irán.

Como señalábamos antes, escuchar los discursos, comentarios, declaraciones y tertulias políticas es como recuperar del baúl más oscuro de la historia (y esto escocerá, pero déjenme exponerlo) a Joseph Goobels, ministro nazi de propaganda; por cierto, título bastante ajustado a sus funciones y hoy recuperado por muchos que se dicen analistas políticos. Una de las frases más famosas, a él atribuidas, es aquella que señala que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Se hizo constantemente con Hugo Chávez quien ganó hasta quince elecciones y referéndums, siempre con la aprobación de observadores internacionales, y a pesar de ello permanentemente se le etiquetó como un tirano y así caló entre diferentes sectores sociales. Habrá que añadir a este principio de la propaganda política que a una buena mentira siempre será bueno acompañarla con una potente dosis de manipulación continua. Solo así se entenderá que se defiende, sin ética alguna, que en Venezuela una consulta de la oposición es algo altamente democrático y una victoria para ésta y se llenen las portadas de periódicos, se abran informativos y se copen declaraciones políticas como si habláramos de nuestra realidad más cercana, por ejemplo las elecciones al parlamento vasco o al congreso español, aunque eso ocurra en un país a 8.000 kms de distancia y la consulta se realizara al margen de la constitución que ahora esos sectores dicen querer defender, aunque siempre combatieron por ser, según ellos y éstos, una constitución chavista. Todo, sin cuestionar en ningún momento la inexistencia de censos, de mesas de votación, sin urnas…, en suma, sin ninguna de las más mínimas garantías de cualquier proceso electoral y dando por válidos de forma inmediata los más de siete millones de votos que proclama la oposición. A pesar de curiosidades como el hecho de que en el estado español en enero de 2017 estaban censados poco más de 60.000 venezolanos y venezolanas (niñas y niños incluidos) y, milagrosamente, en la consulta votaron más de 90.000. Y, curiosamente, habrá que decir aquí, pues se oculta permanentemente, que dicha consulta pese a no ser legal, no fue obstaculizada ni prohibida por el “tiránico gobierno de Maduro”.

En paralelo, desde el alto pedestal que otorga creerse aún la “madre patria” y poco menos que la cuna de la democracia aunque aún se arrastren tics y consecuencias de la reciente dictadura, no hay duda alguna, por parte de esa misma clase política y mediática tradicional, para tildar de ilegal y propio de quienes han perdido todo contacto con la realidad la propuesta de ejercicio del derecho a decidir que ha planteado el gobierno y la sociedad de Catalunya. Lo que en la dictadura de Venezuela es legal y se aplaude como un ejercicio democrático, en el democrático estado español se declara ilegal y se amenaza de todas las formas posibles para su no celebración. “La democracia tiene poder para evitar el referéndum” (Saenz de Santamaría, vicepresidenta); no se celebrará “porque va en contra de todas las leyes” (Rajoy, presidente); recuerden que el ejército está “para defender la integridad y la soberanía” (Cospedal, ministra de defensa). Todos ejemplos de declaraciones que no tienen relación alguna con la consulta realizada por la oposición en Venezuela sino con la propuesta de referéndum en Catalunya. Y esto, aunque esté demostrado que casi el 80% de la ciudadanía catalana está a favor de ejercer ese derecho. No cabe sino la perplejidad más absoluta ante esta comparación de dos realidades que deben de pertenecer a universos paralelos. Sin duda alguna, si resucitara Goobels estaría altamente satisfecho del amplio eco alcanzado en la práctica política por sus enseñanzas mediáticas.

Y en otro orden, aunque siempre en el marco de la misma hipocresía y manipulación, se podría hablar de la alta preocupación que estas clases políticas y mediáticas expresan continuamente por la democracia y en defensa de la oposición venezolana como si en ese país se jugara el planeta su futuro de paz y bienestar. Mientras ignoran, invisibilizan y esconden lo que ocurre en otras “democracias” también latinoamericanas. Donde está sino la preocupación por las 23.000 muertes violentas producidas solo en 2016 en México, por los continuos, constantes y reiterados asesinatos (varios cientos) de líderes sociales, indígenas y mujeres defensoras de los derechos humanos frente a oligarquías y transnacionales en países como Guatemala, Colombia o Brasil. Dónde las portadas, aperturas de informativos y declaraciones de tertulianos por los golpes de estado contra gobiernos democráticos como los de Honduras (2009), Paraguay (2012) y Brasil (2016). Esos también fueron atentados a la democracia y sin embargo nunca hubo interrupción de las relaciones diplomáticas, exigencias de restablecimiento de los gobiernos elegidos y mucho menos rupturas de las relaciones económicas, ni cruzadas por la democracia.

Pero, estén tranquilos. Si algunos al inicio de este texto temieron encontrarse con una defensa ciega de la revolución bolivariana en Venezuela, y si a pesar de ello llegaron hasta aquí en su lectura, quizás se sientan frustrados, pues nunca quiso ser eso este texto. Encontrarán de todas formas razones fáciles en sus discursos únicos para descalificar esta disidencia de la norma. Pero la pretensión no era aquí la defensa del gobierno venezolano, pues se parte del respeto a su soberanía y de la capacidad y derecho del pueblo de este país para que decida su camino. El fin era y es la denuncia de la hipocresía, casi monolítica, que reina en la clase política tradicional y mediática vasca y española con respecto al proceso político y social de ese país latinoamericano. Los mismos que siempre censuraron, a veces con razón, la construcción de un discurso homogenizante y único por determinados regímenes pasados o presentes, aplican esas fórmulas para descalificar lo que hoy ocurre en Venezuela y respaldar ciegamente a su oposición sin cuestionar su legitimidad ni sus referentes políticos o ideológicos, además de económicos. Oposición que, por cierto, está llena y esto es objetivo y demostrable de ultraderechistas a quienes la democracia no importó nunca salvo que sirviera a sus intereses de clase. Y, a pesar de la condena fácil, la descalificación prepotente o la invisibilización absoluta, no pediré disculpas por disentir del discurso dominante y por molestar a muchos con este texto.

Jesus González Pazos

Miembro de Mugarik Gabe

Fuentes: El Boletín/ Sputnik/ Agencia Paco Urondo/ Material llegado a redacción de Kaosenlared

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